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DESECHA EDIL DE TUXTEPEC USO DE “GUARURAS”


Redactado por: adriana bravo
enero 16, 2017 , a las 5:28 am

San Juan Bautista Tuxtepec, Oax.- Luego que el ahora ex presidente Antonio Sacre Rangel, dispusiera de una partida de elementos de la policía municipal para su seguridad durante su labores como edil, así como en las horas fuera de ellas y que se convirtió en una custodia personal, pues hasta en los dos conocidos bares a donde acostumbraba libar, lo resguardaban, el nuevo munícipe, desechó la protección de guardaespaldas.

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Ya que la seguridad con la que cuenta Fernando Bautista Dávila, no va más allá de dos sujetos que desde la campaña lo protegían, mismos que a la fecha continúan con el, pendientes del amparo que le proporcionan a quien se convirtió en presidente de Tuxtepec.

De manera que los cerca de 10 efectivos que todo el tiempo se trasladaban en una Van de color para blanca, para ofrecerle protección al Gordo Sacre, fueron incorporados a la corporación al no ser considerados por Dávila, para que lo protegieran.

Mismos policías que llegaron a externar la falta de humanidad del ex munícipe para con ellos, ya que permanecían por horas, en ocasiones hasta amanecían en las afueras de los bares a los que gustaba asistir para brindar o ingerir unos tragos por alguna celebración o motivo especial para el.

Y no podían moverse de uno de los dos sitios que eligiera para ingerir sus vasos plenos de whisky, su bebida preferida, por lo que los polis, tenían que aguantarse las ganas de comer, hasta que alguno de los colaboradores cercanos se compadecía de ellos y mandaba por los pollos y las cocas para saciar el hambre y la sed.

Infulas de poder, que el presidente en turno, al menos hasta estos primeros 12 días que lleva al frente del gobierno municipal, no ha mostrado como su antecesor, quien parecería creer que el mandato no terminaría.

Por lo que Dávila, sin mostrar vanidad o arrogancia alguna como caracterizó al Gordo, a quien calificaron de soberbio, saluda a todo aquel o aquella que encuentra a su paso, sin que sus custodios interfieran entre el y la gente. Pues ellos, su pequeño cuerpo de seguridad, se mantiene a lo lejos, pero al pendiente de la integridad del amigo del pueblo.