Santiago Cacaloxtepec, Oax.- El miércoles de la Semana Mayor se reúnen todos los mayordomos y diputados para el encuentro con el Señor, en el cual se hacen de 12 a 13 arcos de cucharilla en Santiago Cacaloxtepec, tradición que engalana la cuaresma en esta parte de la Mixteca.
Francisco Javier Castro Jiménez, es habitante de Cacaloxtepec, tiene 60 años de edad y trabaja en un taller de sombreros; en la temporada de Semana Santa y en las posadas de diciembre, realiza la cucharilla, actividad que ahce desde que tenía 18 años.
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Refirió que ésta es una tradición de hace mucho tiempo que, gracias a los pobladores y en los últimos años a la Unidad Regional de Culturas Populares, se ha rescatado pues antes de su intervención, se hacían pocos arcos en comparación de hace 30 años.
Para hacer un arco, se requiere del trabajo de cerca de 25 personas, dependiendo del tamaño del mismo, si se arma un arco de 3 metros de alto se requieren 10 personas pero hay hasta de 15 metros con diferentes figuras.
La costumbre es ocupar la cucharilla blanca, para eso se jala una hoja y si es blanca, se arranca con un hacha, de lo contrario, no se ocupa; cada arco ocupa de 25 a 30 cabezas de cucharilla o más.
Incluso recientemente se han hecho concursos de arcos y la autoridad premia a los tres primeros lugares para que la población lo haga con más entusiasmo.
Por la preservación de la cucharilla
La unidad regional de Culturas Populares lleva al menos seis años trabajando en Santiago Cacaloxtepec, revalorando la lengua materna, que caracteriza a la comunidad en la región, pero también en la parte de la cultura, incluyendo la elaboración de los arcos de cucharilla.
El jefe de la unidad, Guillermo Círigo Villagómez, explicó que en fechas recientes se ha impulsado la participación de las mujeres en la elaboración de las flores de cucharilla que son colocadas en los arcos debido a que por costumbre, siempre ha sido una actividad que realizan más los hombres.
En muchas comunidades de la Mixteca, la cucharilla está en riesgo porque se ha sobre explotado y no se ha tenido el cuidado para reforestar, en el caso de Santiago Cacaloxtepec, desde hace tres años están trabajando en la revaloración, la racionalización del corte y la concientización en las nuevas generaciones sobre la importancia de esta flor y su conservación.
También, han estado trabajando con el jardín botánico El Charco del Ingenio, de San Miguel de Allende, que a nivel nacional tiene el mayor número de especies de cucharilla. Con personal del mismo, se hicieron talleres y como resultado, se tiene en Cacaloxtepec un vivero de cucharilla y otro en Santiago Asunción con alrededor de 3 mil plantas cada uno.
Unión de esfuerzos
El Comisariado de Bienes Comunales, en coordinación con las autoridades y Culturas Populares, han impulsado que se vayan rotando las zonas de corte de la cucharilla para que en un año se utilice una zona y al siguiente se deje descansar, para sensibilizar a la comunidad con respecto al uso de las dos variedades de la planta.
Existen las cucharillas blancas y las que tienen una tonalidad amarilla, que también son llamadas rojas o enmoladas, que anteriormente eran discriminadas, si las personas la cortaban y veían que era de ese color, la desechaban.
Y es que desde que se germina la cucharilla hasta que puede ser trasplantada, se requiere que pase un año y medio o dos, además del tiempo para que crezca de manera natural, aunque el pastoreo de chivos es un problema.
“Además de los animales que se comen la planta, la saliva es muy tóxica y no permite que vuelva a crecer la planta en varios años, por ello en poblaciones como Silacayoápam se acordó que se prohibiría el pastoreo de chivos y en otras se redujo”, informó Círigo Villagómez.
Cucharilla, símbolo que se debe preservar
“La cucharilla, dentro de la cultura de Cacaloxtepec, es un símbolo que se debe preservar, porque la planta requiere de cuidado y es lo que también se ha impulsado a través de Culturas Populares”, dijo Cástulo Martínez Flores, regidor de Ecología de Cacaloxtepec.
Explicó que las autoridades son integrantes de las mayordomías y apoyan para ir a traer las cucharillas, armar el arco y respaldan en lo posible a los que saben bien de esa actividad.
La Universidad Tecnológica de la Mixteca (UTM) también ha aportado a esta conservación obsequiando plantas aunque parte de ellas también han sido consumidas por los animales.
Calcula que año con año se extraen de 600 a 700 cabezas de cucharilla para esta tradición, ante esta preocupación, en la regiduría están cosechando las semillas en el mes de abril.
En junio la plantan y a finales de julio se trasplanta en bolsitas y actualmente hay 3 mil 550 plantas con una altura de 20 centímetros aproximadamente, mismas que se van a trasladar al campo un año y medio después ya que si se hace antes, es fácilmente devorada por los animales.
Es así como años tras año, las cucharillas llegan a su destino final, que es engalanar los arcos que se arman en la calle principal que recorrerá Cristo y los cientos de creyentes tanto de la comunidad como de otras comunidades que son atraídos por esta tradición.