Tamazulápam del Progreso, Oax.- Un lugar decorado con artículos de palma, una rocola antigua, cojines, velas y otros adornos representativos de la región Mixteca, enmarcan lo que los conocedores han catalogado como una verdadera delicia para el paladar, un sabor tradicional, familiar, del pueblo, el chocolate de Tamazulápam del Progreso.
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Germán Santillán Ugarte, licenciado en Ciencias Empresariales de la Universidad Tecnológica de la Mixteca (UTM), en 2015 fue premiado con excelencia académica en el Ceneval y es el fundador del proyecto Oaxacanita chocolate.
El proyecto surgió a raíz de una plática con el embajador de México en China, Sergio Ley López, hace alrededor de seis años; en ese entonces, analizaban las oportunidades que tenían los productos mexicanos en el continente asiático, específicamente en China. Ahí, concluyeron que había muchas y a raíz del gusto por el chocolate de la gente de Tamazulápam y muchos lugares, al grado de estar presente en los eventos más importantes de la comunidad, decidió hacer una fábrica de chocolate artesanal.
Aunque hay muchas marcas de chocolate en todo el mundo, las personas que prueban el que se elabora en la fábrica artesanal Oaxacanita, notan el sabor de pueblo, que les recuerda el que preparaba una madre o una abuelita.
**Un impulso al desarrollo **
Su comercialización ha permitido también ayudar a personas de diversos sectores con la creación de empleos, de quienes reciben también muchas ideas innovadoras, conservando parte de la cultura gastronómica y artística.
Para lograrlo, las materias primas que se utilizan se adquieren en esta región Mixteca, “afortunadamente conforme está creciendo el proyecto hemos buscado opciones con mayoristas también de Oaxaca, pero lo importante siempre ha sido consumir productos de acá”, señala Santillán.
La presentación no sólo es tradicional, sino también lleva consigo técnicas mercadológicas para hacerlo atractivo al público.
Para ello, han recurrido a los artesanos de palma, adquiriendo sus artículos para la decoración del establecimiento ubicado en la Plazuela Josefa Ortiz de Domínguez, en Tamazulápam y para agregarle un plus a las diferentes presentaciones que tiene el chocolate.
Buscan mayor producción
El proyecto no surgió de la nada, ya que durante dos años se hicieron diversos estudios mercadológicos en torno al chocolate a nivel nacional e internacional.
A nivel mundial, el consumo de chocolate, específicamente en Asia, está creciendo a una tasa del 15 por ciento anual, lo que da mayor certeza de producirlo en esta parte de Oaxaca con miras a exportarlo a ése y otros lugares.
En esta entidad, la producción del cacao no se está viendo reflejada por los sistemas de información federales; éstos dicen que cada año se cosechan cero toneladas de cacao, lo cual no es real, aseguró Germán Santillán.
“Zonas como la Cuenca del Papaloápam o Putla de Guerrero, son lugares ideales en los que se da el cacao, pero por otra parte, los campesinos se quejan de que lo venden en Tabasco y éste a su vez revende este producto que es oaxaqueño, por eso queremos reactivar el campo con nuestras producciones”, explicó.
A raíz de ello, el doctor Manuel Hernández, de Putla de Guerrero, que conoció el año pasado el proyecto Oaxacanita, se animó a sembrar cacao, para aprovechar las condiciones del lugar; esta semana que se festejó el primer año del proyecto, mencionó que los árboles ya están creciendo y dando sus primeros frutos.
**Oportunidades de empleo **
Armando Cruz Sampedro, originario de Tamazulápam, antes trabajaba con don Camilo Betanzos, un comerciante de ropa, pero recibió la invitación a formar parte del equipo Oaxacanita y decidió entrar para aprender más cosas y salir adelante.
Para él, este trabajo ha representado una oportunidad muy importante para rescatar la elaboración tradicional del chocolate y afirma que “es muy bonito trabajarlo, al principio no sabía pero conforme fui aprendiendo, me fui emocionando con la elaboración y el procedimiento, son sentimientos muy hermosos los que se generan”, dijo.
Espera que el proyecto continúe creciendo para que no sólo él, si no muchas más personas puedan contar con un trabajo que, a través de rescatar lo artesanal, les dé la oportunidad de contribuir con el desarrollo del municipio y se pueda llevar el nombre de la región y de su chocolate Oaxacanita en alto.
“Esperemos que estos resultados sigan con paso firme y nuestro sueño es que en algún momento, se lleve el chocolate de Oaxacanita al paladar de la gente en todo México y en el extranjero, que lo disfruten, como nosotros lo hacemos en su elaboración”, confió.
Juana Sampedro Mirón, también originaria de Tamazulápam, anteriormente se dedicaba al hogar, pero aprendió a hacer chocolate a invitación de sus compadres Josefina Ugarte y Sergio Santillán Mijares, padres de Germán.
Eso le permite llevar ingresos económicos a su casa. “Nuestra vida ha mejorado a partir de que estamos en Oaxacanita, en la casa ya no tenemos las carencias que antes había, yo estoy muy agradecida por esta oportunidad de colaborar con este proyecto”, expresó.