Liubliana, Eslovenia.- Es uno de esos países miembros de la Unión Europea que vale la pena visitar si se busca ir a una zona segura y bonita sin abandonar el Viejo Continente. Para todos aquellos que no recuerden la ubicación exacta de Eslovenia, se trata de una zona que limita con Italia, con el mar Adriático, con Croacia y con Hungría y Austria.
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Si vais a Eslovenia tendréis que planificaros bien qué ver cada día porque es una zona con numerosos puntos de interés turístico y la llamada Gruta de Postojna es uno de ellos. Se trata de una ruta con mucho arte que se lleva a cabo a través de 20 km de túneles ricos en espeleotemas, galerías y salas, un modo diferente de ver arte.
A unos diez kilómetros se encuentra el castillo de Predjama. Se trata de un castillo de piedra de más de 123 metros de altura todo de piedra, de gran belleza y con una gran leyenda romántica tras él. Imprescindible. Los amantes de la naturaleza no se pueden perder el parque de las flores de Eslovenia. Un lugar de gran belleza en el que los olores de cada variedad floral se entremezclan con los colores, un sitio precioso con mucha vida que no hay que pasar por alto.
En cuanto a los museos, el Museo Nacional de Eslovenia es uno de los más importantes como os podéis imaginar y que mayor colección de arte alberga. Fue fundado en el siglo XIX y desde hace nueve años está abierto al público, merece la pena verlo. Su arquitectura es imponente. El monasterio de los Cartujos es otro de los lugares que si uno viaja a Eslovenia, no se puede perder. Si os gusta la arquitectura de la Edad Media, este lugar es todo historia. Seguro que os encantará. Y ya cuando terminéis de las visitas, recorred las bodegas de Eslovenia que son muy famosas.