Tuxtla Gutiérrez, Chis.- De las Sie7e mil 28 parteras mexicanas, 2 mil 700 posicionan al estado de Chiapas como la entidad con el mayor número de mujeres dedicadas a esta actividad, mismas que se desempeñan y pertenecen, principalmente, en las comunidades rurales e indígenas, reportó el programa IMSS-Prospera.
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A nivel país, las más de Sie7e mil parteras atienden un aproximado de nueve mil partos, el 90 por ciento en el domicilio de las embarazadas. El trabajo de las mujeres parteras no sólo radica en ayudar a dar a luz, sino en prestar una atención antes y después del parto.
Es importante recalcar que esta entidad sureña es en donde se concentra el mayor número, después le siguen Veracruz, Puebla, Oaxaca e Hidalgo. El Instituto Médico del Seguro Social, señaló que a través de capacitación, se ha logrado que quienes realicen esa actividad también apoyen en algunas actividades específicas en el hogar de la madre, como los cuidados de salud e incluso “cocinan y lavan la ropa”.
De acuerdo con el programa IMSS-Prospera, la capacitación que actualmente reciben las parteras y el trabajo coordinado con equipos médicos ha permitido que se reduzca la tendencia de muertes maternas.
“En atención a la mujer, su labor comienza con el control prenatal y vigilar que el desarrollo del embarazo sea adecuado; en caso de observar algún riesgo, la partera realiza el acompañamiento a la unidad médica más cercana, para recibir atención oportuna.”
Otro de los puntos importantes, señala, es que en la actualidad las parteras fomentan la lactancia materna exclusiva, desde el nacimiento hasta los seis meses de edad. La leche materna es reconocida como el alimento idóneo para cubrir necesidades de salud de los niños y las niñas.
En este sentido, es oportuno mencionar que, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut 2012), 37 de cada 100 mujeres que vivían en el medio rural practicaban la lactancia materna, mientras que esta cifra bajó a casi 10 de cada 100 en las zonas urbanas.
Algunos de los temas que reciben en las capacitaciones versan en: un parto limpio, identificación de riesgos de salud, perspectiva de género y problemas relacionados con la muerte materna, entre otros.
Normalmente, la edad promedio de estas mujeres oscila en los 60 años de edad, la mitad de ellas son bilingües.