Oaxaca, Oax.- Diversas historias de empresas familiares que impulsan la venta y comercialización de productos orgánicos agrupa el proyecto agroecológico y artesanal del Pochote-Xochimilco que encontró en la Hacienda Guadalupe de Santa Rosa Panzacola, un espacio donde alojarse.
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La mayoría de sus vendedores provienen de comunidades indígenas con café orgánico, naranja criolla, lima-limón, zapotes, flores de huertos, artesanías y la pintura de la grana cochinilla.
Al entrar en lo que anteriormente era la Hacienda La Aguilera, de esta agencia de la ciudad de Oaxaca, se observó a un par de señoras extendiendo flores moradas, amarillas y blancas, de esas que cosechan en sus terrenos.
Más adentro, se ven artesanías con prendas teñidas con productos orgánicos, jugos naturales de frutas sin químicos y otros atractivos más, para todos aquellos que gustan de lo que genera el campo oaxaqueño.
Crianza de gusano de seda
La familia de Miguel Ángel Bautista Martínez, originaria de Teotitlán del Valle, inició hace más de 15 años en este proyecto que ha recorrido, al menos dos espacios y que actualmente está probando una nueva sede.
Desde la comunidad del Valle Central impulsan la crianza y preservación del gusano de seda para así, obtener el material y elaborar las blusas típicas que exhiben en su puesto al interior de este tianguis.
Bautista Martínez explicó que la misma familia se encarga de la elaboración de las prendas: “tenemos que mantener con hojas de mora al gusano para que vaya formando su capullo y de su saliva se va formando la seda, con eso nos ponemos a trabajar después”, contó.
Dijo que después de 1940, desapareció esta producción porque las especies se acabaron con la fumigación contra el paludismo, pero con el paso de los años, están en la conservación y multiplicación de este pequeño lepidóptero.
En la mesa, donde exhiben aretes, blusas, camisas y rebozos, están los capullos de color blanco, que están formados de seda, que es su materia prima. También muestra la grana cochinilla, con la cual obtiene el color rojo para las prendas, así como el pericón, el añil y la salvia, que dan colores amarrillos y verdes, pero combinados pueden ofrecer otros tonos, mostrando así la gama de tintes naturales que utilizan para la pigmentación de la seda.
Bautista Martínez aseguró que en este local que integra el proyecto agroecológico del Pochote-Xochimilco, los clientes pueden encontrar precios más accesibles de prendas finas y bien elaboradas.
Jugos de lima y naranja criolla
Otra historia de los vendedores la representa Socorro Aquino Pacheco, proveniente de Jalapa del Valle, que elabora jugos cien por ciento naturales y de frutas que cosecha en sus huertos localizados en la zona eteca.
Dijo que de cinco parcelas obtienen las que producen lo que lleva a vender. “La gente sí llega a comprar, pero ahora traje 250 naranjas y tengo muchas todavía; espero que con el paso del tiempo lleguen más a visitarnos”.
La señora, junto con sus vecinas de esa comunidad y de San Andrés Ixtlahuaca trabaja la tierra y llevan a vender la fruta de temporada, muy tradicional en las comunidades de esa parte.
“La cosecha es sin fertilizantes ni químicos; de composta utilizamos ajo, cebolla, neem, chile, cítricos y algunos ingredientes orgánicos que tenemos para combatir a los gusanos”, informó Socorro.
Dijo que hay temporadas cuando llevan a vender la guayaba morada, durazno y manzana. “Pero ahora la lluvia no llegó a buen tiempo, entonces hay frutas que no se han dado. Ya deberíamos estar vendiendo duraznos y nada”, precisó.
Indicó que esta actividad comercial es el sostén familiar, por ello, buscan de manera constante un lugar en donde estar y que lleguen los clientes.
La vendedora de jugos utiliza vasos de vidrio y popotes de carrizo para evitar la contaminación del medio ambiente con los desechables.
Café orgánico de Tanetze de Zaragoza
Tomás Martínez Chávez expende café orgánico, ya sea en bebida, molido o tostado para los que lleguen a solicitar su producto.
También, vende derivados del maguey, miel y otros artículos que expone para que la gente conozca la producción de la comunidad que pertenece a la zona de Villa Alta.
Señaló que cuentan con certificación que garantiza la producción orgánica, “no estamos engañando a la gente con nuestros productos, no vendemos lo que no tenemos”, aseguró.
El comerciante espera que con el nuevo gobierno, alguien se interese por este proyecto, para que tengan un espacio ya establecido en donde vender, porque sólo van de un lugar a otro.
“Si tuviéramos un espacio seguro, las ventas se sostendrían, pero hasta el momento nadie nos apoya, andamos de un lado a otro”, expresó.
Indicó que decenas de familias dependen de estos puestos, que han estado instalados en los Arcos del Pochote, en el atrio del templo de Xochimilco y ahora en la agencia de Santa Rosa Panzacola.
Los comerciantes aseguraron que con el cambio de lugar, están registrando bajas ventas, sin embargo, esperan en los próximos fines de semana recuperarse y que los clientes lleguen a la Hacienda Guadalupe que se localiza en Santa Rosa.
Son alrededor de 60 vendedores los que integran el proyecto agroecológico y artesanal El Pochote-Xochimilco, mismo que se instalaron de manera provisional en la Hacienda Guadalupe, después de haber sido desalojados del atrio del templo de Xochimilco.
El presidente de la mesa directiva de este proyecto, Enrique Noé Peláez Matadamas, indicó que mientras continúa el proceso administrativo para regresar al barrio de Xochimillco, estarán temporalmente los viernes y sábados en esta agencia de la ciudad de Oaxaca.